Retrospectiva


El pasado será la firme raíz del árbol que cada uno ha elegido plantar, con lo bueno y lo malo siempre estará ahí cuan fiel recuerdo. Nuestra memoria afortunadamente nos permite remontarlo al presente cada vez que queramos y por eso hoy escribo sobre esto, una rápida retrospectiva que con constancia nos hace darnos cuenta verdaderamente de dónde estamos parados, cada vivencia atesorada en la mente le da valor a lo que tenemos, es cuestión de saber mirar para atrás.
Qué decir de lo que veo cada vez que retomo a esos tiempos... sé que no la pasaba bien, largas eran las horas de dolor y poco sabían alegrarme las cosas buenas que cada tanto se acordaban de mi. Hubo momentos de ilusión donde creía que todo era necesario y que ya todo mejoraría, así como también supe olvidarme de la esperanza y de la voluntad, viviendo del ayer, fuera de combate. Son generalmente esas las circunstancias en las que me veo cuando vuelvo mi mirada a esos días, y me sale una sonrisa que parece ridícula pero que es sinceramente muy confortante. Saber que todo lo vivido realmente fue necesario y que ahora estoy en el otro polo gracias a eso me hace bien. Esa dicha linda que tiene la vida, eso que recompensa al esfuerzo y que en este momento me toca a mi... Cada lágrima de antaño es alegría de este presente que siento haberme ganado.
Hubo un instante decisivo en mi y gracias a esas experiencias lo supe usar y creo que fue entonces cuando opte a favor de cambiar el sacrificio y las penas acumuladas por el tan anhelado premio que finalmente conseguí.
Plantandome a pensar en esto, sé que no se le puede ameritar la culpa a nadie más que a mi por todos esos malos ratos que pasé, pero ya no me importan, crecí, aprendí y tengo la suerte de poder recordarlos con un gesto de felicidad. Ya curado cualquier tipo de herida que pudiese haber quedado me miro al espejo y me digo a mi mismo: "Todo fue necesario" y así es. Gozo de un bienestar que sé que nadie más que yo podrá entender y, con la mirada en alto, sigo por el presente que me forjé, porque con acierto dicen que "el futuro llegó hace rato" y si bien está sobre la dura base de mi pasado, está en mi cambiarlo y es ese día a día en el que vivo el cual lo hace posible. Mi árbol se estira y es fuerte por lo que hago hoy, pero hay algo que le da un valor especial y que tengan la certeza de que jamás podrá ser olvidado, mi ayer.

Posted by Leo Armatti | en 23:50

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